Mensaje de Dios (Padre - Madre) Número 8
Dios (Padre –
Madre) 11/09/25
En sus Orígenes
los primeros Humanos contaban con dedos pulgares Humanos, como los
habían tenido muchos de sus antepasados y tenían los pies como los
de las razas Humanas presentes. Caminaban y corrían, no trepaban.
Estos primeros Seres Humanos (y sus descendientes) alcanzaban la
plena madurez a los doce años de edad y tenían una vida media
potencial de unos setenta y cinco años...
Muchas Emociones
nuevas aparecieron tempranamente en estos Humanos. Manifestaban
admiración tanto por los objetos como por otros seres y exhibían
considerable Vanidad. Éstos también tenían un grupo de emociones
dadas a la Adoración, que comprendían el Pavor, la Reverencia, la
Humildad, e incluso una forma primitiva de Gratitud. El Temor, junto
con el desconocimiento de los fenómenos naturales, dio a luz la
Religión Primitiva. Conocían escasamente la Compasión, la
Vergüenza, el Reproche y tenían aguda conciencia del Amor, el Odio,
y la Venganza, siendo susceptibles, además, a marcados sentimientos
de Celos...
Dos Hermanos muy
pronto aprendieron a practicar la comunicación verbal, a los diez
años ya habían inventado y mejorado un Lenguaje de señas y
palabras de casi cincuenta ideas y habían mejorado y expandido
considerablemente la torpe técnica de comunicación de sus
antepasados. Pero por más que se esforzaran, no lograron enseñarles
a sus padres sino unas pocos signos y símbolos nuevos...
Cuando éstos
dos Hermanos contaban unos nueve años de edad, se fueron de viaje
río abajo en un día claro y sostuvieron una conferencia de
trascendental importancia. Todos los Entes Inteligentes Celestiales
estacionados en el Planeta Tierra estaban presentes en calidad de
observadores de las transacciones de esta cita del mediodía. En este
día significativo, los Hermanos llegaron a convenir en que vivirían
el uno con el otro y el uno por el otro y éste fue el primero de una
serie de tales convenios que, por fin, culminaron en la decisión de
huir de sus compañeros Animales Inferiores y emprender un viaje
hacia el norte, poco conocido que, así, habrían de fundar la Raza
Humana...
Aunque
preocupados por lo que éstos dos salvajes estaban proyectando, los
Seres Espirituales no tenían el poder para controlar el
funcionamiento de sus mentes. No influían, ni podían influir, de
forma arbitraria, sobre sus decisiones. Pero dentro de los límites
permisibles de la Función Planetaria, los Seres Espirituales todos
conspiraron para guiar a los Hermanos Humanos hacia el norte, lejos
de su pueblo que moraba parcialmente en los árboles. De este modo,
en virtud de su propia elección Inteligente, los Gemelos, en efecto,
emigraron y a causa de la supervisión de los Entes Espirituales,
emigraron hacia el norte a una región aislada donde escaparon de la
posibilidad de una degradación biológica mediante el cruce con sus
Parientes Inferiores de las tribus de los primates...
Poco después de
que esta pareja joven abandonara a sus compañeros para fundar la
Raza Humana, se desconsoló su padre primate quien estaba
acongojadísimo. Se negó a comer, aun cuando sus otros hijos le
llevaban la comida. Habiendo perdido a la brillante pareja, ya no le
pareció que mereciera la pena vivir entre sus semejantes ordinarios;
de modo que se fue a vagar al azar por el bosque y fue atacado por
gibones hostiles que lo mataron a golpes...
Los Seres
Espirituales, habían pasado por la larga vigilia, aguardando
atentos, desde el día en que plantaron por primera vez el plasma
vital en las aguas planetarias, y naturalmente la aparición de los
primeros Seres realmente inteligentes y volitivos les trajo gran
júbilo y suprema satisfacción...
Venían siguiendo
el desarrollo Mental de los Gemelos mediante la observación del
funcionamiento de los Siete Espíritus Ayudantes de la Mente
asignados a la Tierra al tiempo de su llegada al Planeta. A través
del largo desarrollo evolutivo de la Vida Planetaria, estos
incansables Ministros de la Mente registraban constantemente su
creciente habilidad de ponerse en contacto con las capacidades
cerebrales sucesivamente en expansión de las Criaturas Animales
progresivamente superiores...
En un principio
únicamente el Espíritu de Intuición pudo funcionar en el Comportamiento Instintivo y reflejo de la vida animal. Con la
diferenciación de los tipos superiores, el Espíritu de la
Comprensión pudo dotar a tales criaturas del don de la Asociación espontánea de ideas. Más adelante observaron al Espíritu de la
Valentía en funcionamiento, los animales en trance de evolucionar
desarrollaron en rigor una forma simple de Autoconciencia de protección. Posteriormente a la aparición de los grupos de los
mamíferos, observaron el Espíritu del Conocimiento manifestarse en
creciente medida. La evolución de los mamíferos superiores trajo la
función del Espíritu del Consejo, con el consecuente desarrollo del Instinto gregario y los principios del desarrollo Social Primitivo...
Sabían que algo
muy semejante a la Mente Humana se acercaba a su culminación y
cuando, al año, los Hermanos resolvieron finalmente, como resultado
de un pensamiento meditativo y de una decisión basada en un
Propósito, huir de la querencia y viajar al norte, entonces comenzó
a funcionar el Espíritu de la Sabiduría en la Tierra y en estas dos
mentes ya reconocidas como Humanas...
Hubo una
movilización inmediata y nueva de los Siete Espíritus ayudantes de
la Mente. Estaban rebosantes de expectación. Se percataron de que el
momento que venían esperando desde hacía tanto tiempo se acercaba;
sabían que estaban en el umbral de la realización de su dilatado
esfuerzo para desarrollar Criaturas Volitivas en la Tierra...
Los amo
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